Vuelve el calor, regresan los piojos: cómo prevenirlos con métodos caseros

Vuelve el calor, regresan los piojos: cómo prevenirlos con métodos caseros

Prevención

Con el aumento de las temperaturas, crecen los contagios en escuelas y hogares. Qué hacer para evitar la pediculosis con elementos accesibles, naturales y fáciles de aplicar en casa.

Con el inicio de la primavera y el aumento de la temperatura, también se intensifican los contagios de piojos en niños y adolescentes, especialmente en entornos escolares. La pediculosis capitis, como se denomina médicamente, afecta a más del 30% de los chicos en edad escolar en algún momento del año, según datos del Ministerio de Salud. Aunque existen tratamientos farmacológicos eficaces, muchas familias optan por remedios caseros que pueden complementar la higiene y el control.

Uno de los métodos más difundidos es el uso de vinagre blanco tibio, aplicado sobre el cuero cabelludo y el cabello. “El vinagre ayuda a desprender las liendres gracias a su acidez, pero no mata los piojos adultos”, explica la dermatóloga infantil Mariana Gutiérrez, del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. Se recomienda dejarlo actuar 15 minutos y luego peinar con peine fino metálico, idealmente bajo luz natural. Este procedimiento debe repetirse a diario durante al menos una semana.

Otro aliado frecuente en los hogares es el aceite, que actúa por asfixia. “Al cubrir el cuero cabelludo con una capa generosa de aceite y dejarlo actuar toda la noche, se impide que los piojos respiren y se alimenten”, señala Gutiérrez. Al día siguiente, se deben retirar los insectos con peine fino y lavar el cabello con shampoo habitual. Este método es seguro, económico y puede combinarse con otros ingredientes como aceite de coco o vaselina, también disponibles en farmacias y supermercados.

Entre las opciones naturales más tradicionales en el país se destaca el uso del palo amargo, una planta autóctona que se consigue en herboristerías. Su corteza se hierve en agua o se macera en alcohol para preparar lociones que se aplican sobre el cuero cabelludo. “La cuasina, su principio activo, tiene propiedades larvicidas y evita que las liendres se adhieran al pelo”, explica la pediatra Silvia Ríos, especialista en medicina natural. Aunque no reemplaza los tratamientos médicos, puede ser útil como complemento preventivo.

La prevención sigue siendo la herramienta más eficaz. Evitar compartir peines, gorros, toallas y almohadas es clave, así como revisar la cabeza de los niños al menos una vez por semana. También se recomienda el uso de aceites esenciales como el de árbol de té (Tea Tree) o lavanda, que pueden actuar como repelentes naturales. Aplicar unas gotas detrás de las orejas y en la nuca antes de ir al colegio puede ayudar a reducir el riesgo de contagio.

En todos los casos, el uso del peine fino es indispensable. “No hay tratamiento efectivo sin remoción mecánica de las liendres”, advierte Ríos. Este tipo de peine se consigue en farmacias y permite detectar y retirar los huevos adheridos al cabello. La constancia en la aplicación de los métodos, la revisión periódica y la higiene compartida en el hogar son fundamentales para evitar que el problema se propague. Ante dudas o infestaciones persistentes, siempre se recomienda consultar con un profesional.

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