“Señores se pasan de alcohol y nos dicen cosas”: el acoso constante que viven las mozas mendocinas

“Señores se pasan de alcohol y nos dicen cosas”: el acoso constante que viven las mozas mendocinas

El brutal hecho de violencia contra Agustina, una moza de la calle Arístides durante la madrugada de este martes, quien recibió un golpe con un vaso que la dejó con secuelas en el oído y cortes en la cara, no fue un hecho aislado. Estas situaciones se repiten en los bares y restaurantes ubicados en esa calle y se extiende a toda la provincia.

El brutal hecho de violencia contra Agustina, una moza de la calle Arístides durante la madrugada de este martes, quien recibió un golpe con un vaso que la dejó con secuelas en el oído y cortes en la cara, no fue un hecho aislado. Estas situaciones se repiten en los bares y restaurantes ubicados en esa calle y se extiende a toda la provincia.

Estos comerciantes de calle Arístides aseguraron que falta seguridad en la zona. Además, los empleados gastronómicos advirtieron la informalidad laboral y acoso a las mujeres por parte de los clientes borrachos.

De esta manera, los trabajadores pidieron más control y presencia policial.

Se trata de uno de los principales polos gastronómicos de la Ciudad, pero luego del ataque de dos clientes hacia una moza, se pone en tela de juicio la seguridad y las condiciones laborales de la calle Arístides. Los comerciantes aseguran que falta presencia policial.

La salvaje agresión a Agustina desnuda, por un lado, la informalidad laboral en algunos bares, las agresiones de los clientes hacia trabajadores, pero sobre todo la naturalización del acoso de tono sexual de los hombres hacia las mozas.

Los jóvenes, la mayoría de ellos, ocupados a medio tiempo, ya sea universitario o con otros empleos, parece ser el perfil del empleado gastronómico, según una agrupación que los nuclea quienes advierten altos índices de informalidad laboral.

“Se pasan de alcohol y nos dicen cosas”

En diálogo con Noticiero 9 las mozas expresaron la triste realidad que viven a diario. “Hemos tenido señores grandes que se pasan de alcohol y nos dicen cosas”, aclaró una de las chicas.

Otro de los jóvenes compartió estas palabras y agregó que “llegan a los límites máximos de borrachera y se la agarran principalmente con las mujeres”.