Limpiar baños químicos de festivales, levantar caca de perros y gatos, y quitar chicles de la vereda son algunas de las tareas que la gente aceptó a cambio de tener wifi gratis en Londres, Inglaterra.
Y no estamos hablando de pocas personas, sino de más de 22.000 personas que aceptaron hacer 1.000 horas de servicio comunitario a cambio del servicio gratis de internet de la empresa británica Purple.
La cláusula de servicio comunitario la agregaron en los términos y condiciones de Purple, un proveedor de internet que utilizan empresas como KFC, Lego, Harrods o Hard Rock Cafe.
Así fue que 22.000 usuarios del servicio aceptaron los términos y condiciones sin leerlos, a realizar las siguientes tareas comunitarias:
Limpiar los parques públicos de desechos animales
Abrazar a gatos y perros de la calle
Destapar manualmente alcantarillas
Limpiar baños públicos de festivales y eventos
Pintar caparazones de caracoles para alegrarles el día
Quitar chicles pegados de las veredas
Esta experiencia la realizaron como experimento para demostrar que los consumidores no leen los términos y condiciones de los servicios que utilizan, especialmente cuando aceptan tener WIFI gratis.
Todos tenían la opción de declinar esas cláusulas, pero sólo una persona declinó las condiciones para pagar por wifi. Este único usuario representa el 0.000045% de todos los que durante las dos semanas que duró el experimento utilizaron el servicio.
“Los usuarios de wifi necesitan leer los términos cuando se loguean para tener acceso a la red. ¿A qué están adhiriendo, cuántos datos comparten, y qué permisos les estamos dando a los proveedores? Nuestro experimento muestra que es muy fácil marcar una casilla y aceptar algo que es injusto” aseguró luego Gavin Wheeldon, CEO de Purple.