El síndrome urémico hemolítico (SUH) es una enfermedad grave que afecta principalmente a niños, caracterizada por una tríada de síntomas: anemia hemolítica, trombocitopatía y fallo renal agudo. Esta condición puede ser desencadenada por diversas causas, siendo una de las más comunes la infección por la bacteria Escherichia coli productora de toxina Shiga (STEC). Esta bacteria, que suele encontrarse en alimentos contaminados como carne cruda o leche no pasteurizada, puede provocar una serie de complicaciones graves que requieren atención médica inmediata.
Pero no sólo en la carne. También el agua mal clorada puede hacer que un chico al tragarla en la pileta, pueda llegar a enfermarse si no hay controles claros en las piscinas públicas.
Mariana Bosco, abogada (reina nacional de la vendimia 1993) perdió en el 2008 a su hijo por esta causa. Desde entonces embandera y concientiza al respecto previniendo e informando acerca de este peligroso síndrome. "hay que entender que la bacteria tiene una toxina que es muy agresiva, y uno de los sitios en los que puede encontrarse es nada más y nada menos que en un natatorio con agua mal clorada".
-Si tuvieras que brindar consejos de prevención ¿Qué se debería tener en cuenta?
No sólo el control de la carne que no esté cocida para el consumo, sino no darle carne molida a los niños, no meter a tus pequeños en natatorios o piletas con mucha gente, sin controles porque hay un riesgo de que pueda estar mal clorada. Los lácteos no pasteurizados son otro riesgo, el corte de cadena de frío...Es decir hay que entender que hay falta de controles, y los con códigos alimentarios muy antiguos. Entonces la única defensa es el control que como padres podemos tener respecto a nuestros hijos.
La infección por STEC produce una toxina que daña las células del revestimiento del intestino, causando diarrea severa que puede evolucionar hacia el SUH. La aparición de síntomas típicos de SUH incluye palidez, fatiga extrema, sangrado, y disminución de la producción de orina, lo que indica un fallo renal inminente. Sin un tratamiento adecuado y oportuno, el SUH puede llevar a complicaciones serias, incluyendo daño renal permanente, hipertensión y alteraciones neurológicas.
Uno de los desafíos en la prevención del SUH radica en el manejo adecuado de la higiene y la seguridad alimentaria. Las medidas preventivas clave incluyen la correcta cocción de los alimentos, especialmente carnes, y el lavado minucioso de frutas y verduras. Además, la pasteurización de la leche y la eliminación de fuentes potenciales de contaminación son cruciales para evitar la exposición a STEC.
Para reducir el riesgo asociado a las piletas mal cloradas, es esencial mantener una adecuada higiene personal antes y después del uso de la piscina, así como asegurar que las instalaciones cumplan con las normas de mantenimiento y tratamiento del agua. Los padres deben estar atentos a signos de malestar gastrointestinal en sus hijos después de la natación y buscar atención médica si los síntomas persisten o empeoran.
En resumen, el síndrome urémico hemolítico en niños es una condición grave pero prevenible con prácticas de higiene alimentaria adecuadas y cuidados en ambientes potencialmente contaminantes. La educación sobre la correcta manipulación de alimentos, el monitoreo de la salud después de la exposición a ambientes clorados, y la vigilancia constante son esenciales para reducir el riesgo de SUH y proteger la salud de los niños. Con medidas preventivas adecuadas, es posible minimizar las complicaciones asociadas con esta enfermedad y asegurar una pronta recuperación en caso de infección.
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