José Edivaldo dos Santos Lobato, de 38 años, era un hombre muy violento. Era habitual que llegara a su casa de Colônia Terra Nova, Manaus, y agrediera a su esposa, Maria Luz Leite, de 42 años. Algunas veces solo se quedaba en gritos e insultos, pero otras pasaba a la violencia física.
La tarde del 29 de marzo pasado fue más lejos que nunca. Tras una discusión, golpeó tanto y tan fuerte a su pareja que le dejó el rostro completamente desfigurado. Así la encontró su hijo, João Lennon Moraes Vieira, de 27 años. Era la última vez, se juramentó. En un rapto de ira, salió por el barrio a buscar a Dos Santos.
Cuando lo encontró caminando por la calle, tomó un palo y empezó a azotarlo salvajemente. A pesar de que su padrastro ya estaba en el piso, inconsciente, siguió pegándole en la cabeza. Luego, escapó.
El hombre murió ese mismo día en el hospital. Moraes Vieira fue arrestado, pero días más tarde le concedieron la libertad condicional. El pasado miércoles 18, la Justicia ordenó que regrese a prisión.
"Este joven actuó en un estado de emoción violenta. Llegó a su casa, encontró a su madre desfigurada y se rebeló contra el padrastro. A pesar de lo ocurrido, estamos convencidos de que João no representa ningún riesgo para la sociedad", afirmó Torquato Mozer, miembro de la Delegación Especializada en Homicidios y Secuestros.
En una conferencia de prensa Moraes Vieira se quebró. Dijo que estaba arrepentido, pero que no pudo soportar ver a su madre así.