Si bien el disparador fue la situación de la actriz María Valenzuela, quien dijo estar empezando de cero desde lo económico, para muchos las connotaciones son diferentes. La mirada profesional al respecto.
Como parafrasea la canción de Alejandro Lerner “volver a empezar que aún no termina el juego…”, y más allá de la alusión romantizada al respecto, vale la pena preguntarse qué implica esta frase según cada quien. Y, sobre todo, con qué herramientas hacerlo. Una experiencia que llevada a lo mediático sabe muy bien la actriz María Valenzuela, quien además de pasar por muchos embates da salud y pérdidas en su vida, hoy se encuentra sin un peso, por haber perdido sus ahorros en un proyecto que no fue.
Como bien describe la psicóloga Noelia Centeno “volver a empezar tiene dos caras: Por un lado, volvemos e empezar cuando perdemos algo o cuando la vida te pone en aprietos, en donde hay una instancia de duelo y una hacer espacio para que, entre lo nuevo, ya que no se puede volver a empezar mirando para atrás. Cuando se hace crónico mirar para atrás aparecen las famosas depresiones. Recomenzar requiere un gran trabajo interior…
– ¿En qué sentido puntual?
En que nos aferramos mucho a lo que vamos construyendo en la vida. Somos acumuladores de experiencias, vínculos, de trabajo, de ahorros etc. Entonces en qué lugar o etapa de tu vida te agarre es el quiebre (o no) que puede darse. Si el empezar de cero nos agarra más cansados o golpeados probablemente sea mucho más difícil hacer el pasaje a lo nuevo. Sin embargo, supongamos que no, que nos toma con energía, fuerza etc., nos permite levantarnos y seguir adelante.
Lo que sucede es que en ese pasaje de dejar lo anterior, duelarlo es todo un proceso emocional en que hay que aceptar, en que algo no resultó o se terminó para seguir adelante.
– ¿Y qué sucede cuando no se tienen 20 años para seguir adelante?
Lo que es que cuando hay cosas que se terminan ya no hay opción: literal o te quedás en el fondo, o volvés a empezar. Las pérdidas profundas de un trabajo o una relación a la edad que sea, no son sencillas pero la vida no te da un abanico de caminos, o te levantás o seguís, o terminás de hundirte. Si no se hace el proceso de duelo de que no está más, y se acepta, es difícil que se pueda seguir adelante. Hay que entender que la única opción es ver con qué herramientas se cuentan, para empezar de cero.
Uno nunca empieza de cero en los recursos que tiene internos, pero sí en la nueva experiencia. Hay que confiar en que se tiene una backup para seguir adelante.
La gente comete el error de centrarse en lo que perdió y no en lo que puede crear. Allí es donde tiene que ponerse el foco.
La profesional estuvo en Cada Día, mirá la nota